domingo, 6 de septiembre de 2015

Pocas fuerzas...

Apocalipsis 3:8
Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.

Dios es el que habré la puerta para Filadelfia, para una iglesia que no puede hacer demostración de poder mi influencia, sus fuerzas son pocas.

Nadie puedan tomar la iniciativa y adelantarse, siempre habrá otros más aptos, más rápidos e inteligente que aprovechan bien las  oportunidades y se anticipan, el buey lerdo toma agua turbia era un dicho mi padre repetía mucho, pero aquí no se trata de diligencia, capacidad u organización, sino de Dios que se agrado de ellos.

Filadelfia es una palabra compuesta, Filos: amor, Adelfos: hermanos, amor entre hermanos.

Juan 13:35
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. 

Filadelfia, si su nombre representa su identidad, o bien representa un modelo de iglesia donde se experimente el amor fraternal que nos hace ser familia, allí su nombre es honrado y su palabra es guardada,   y aunque pueda carecer otras cualidades importantes, esta característica fundamental para Dios, le gana su sonrisa y aprobación. 

3:27 Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo. 

La puerta esta abierta, puerta que nadie puede cerrar pues Dios mismo quien la ha abierto.

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