lunes, 23 de noviembre de 2015

Centrado en Dios

Salmos 45:1-2
Cántico de las bodas del rey

Al músico principal; sobre Lirios. Masquil de los hijos de Coré. Canción de amores.
Rebosa mi corazón palabra buena;
Dirijo al rey mi canto;
Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.
Eres el más hermoso de los hijos de los hombres;
La gracia se derramó en tus labios;
Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre.

Rebosa el corazón de palabra buena, no son los labios los que hablan sino el corazón, el cántico tiene una correcta dirección, se dirija al Rey, este cántico es una oración en su mayor pureza, no gravita alrededor de inquietudes humanas, dificultades, tribulaciones o deseos, la revelación de la hermosura de Cristo le hace cantar, y en esa atmósfera de adoración comprender quien es Cristo, El más hermoso nacido entre los hombres , la gracia derramada en sus labios, la entera complacencia del Padre le hace bendito perpetuamente.

Qué poca alabanza hay en nuestra vida de oración, ¿será que nuestro egocentrismo nos mantiene alejados de la revelación? ¿Será resultado de nuestra poca capacidad de esperar en oración? ¿Será por el permanente estado de agitación de nuestra mente?

Arreglemos la lámpara, tal como el candelabro que alumbraba en la oscuridad del santuario necesitaba mantenimiento, así nuestra espiritualidad requiere constante corrección.

Levítico 24:4
Sobre el candelero limpio pondrá siempre en orden las lámparas delante de Jehová.

Que gran problema, y qué vergüenza me da descubrir que mi oración gira en derredor de mí y mis necesidades, ayúdame Oh Dios a mirarte, y así encontrar en tu persona gloriosa suplidas todas mis necesidades.