miércoles, 16 de septiembre de 2015

Disenciones, ¿son necesarias?


1 Co. 1:10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.

1 Co. 11:19 Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados.

Parece haber una aparente contradicción en estos dos textos, ¿que ocurre en la mente del apóstol?, ¿cuales son sus pensamientos respecto de esta iglesia donde parece haber tantos problemas?

Respecto del primer texto, es fácil coincidir con Pablo en su aspiración a que los santos caminen en unidad, tanto en sus pensamientos como en sus opiniones, conforme a las palabras pronunciadas por Jesús en su oración por sus discípulos: Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros Jn. 17:11

Pero a que se esta refiriendo el apóstol en el capitulo 11, cuando afirma que es necesario que haya disensiones, creo que la intención de esta afirmación tan fuerte y aparentemente controversial se aclara los versículos que esta a continuación:

20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor.
21 Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga.


Parece que algunos frente a estas conductas escandalosas se pusieron firmes, desaprobaron y definieron no participar de aquel lamentable espectáculo.

La carne suele hacerse presente en la vida de la iglesia, las inclinaciones y gustos particulares, las liberalidades personales, lo que algunos aprueban en  su mente y su conducta no siempre es favorable para la vida del cuerpo de Cristo, en estos casos lo licito no es lo que resulta conveniente 1 Co. 6:12

La palabra disensiones, αιρεσις hairesis: Un grupo de hombres escogiendo sus propios principios, un partido o una facción.

Infiero que esto es lo que Pablo esta tratando de expresar: hay  tensiones que son necesarias e importantes, para que no haya acomodamientos erróneos, para que no reine la permisividad , para que no entremos en un declive que nos lleve del blanco a los grises.

Pablo se lamenta frente a los Filipenses:

18 Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo;
19 el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal. Fil. 3:18-19

Un triste final para algunos que se cuentan a si mismos como discípulos, el corazón de los que aman a Dios no se conformaran con menos de lo que la santificación requiere, aun cuando puedan ser mal interpretados por sus propios hermanos.


Sal. 69:8-9 Extraño he sido para mis hermanos, 
Y desconocido para los hijos de mi madre.

Porque me consumió el celo de tu casa; 
Y los denuestos de los que te vituperaban cayeron 
sobre mí.

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