sábado, 10 de octubre de 2015

Pobres en espíritu.

Mt. 5:3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.


Pobre en espíritu, ¿cual es el  sentido de esta expresión? Quizá la explicación más simple resulte ser la mejor. pobre es quien no posee recursos, no tiene nada para  mostrar o mostrarse,  no tiene logros de los que jactarse, no posee derechos adquiridos, desde su lugar de debilidad no puede exigir nada, no tiene posibilidades de reclamos o demandas.

En forma opuesta a esta cualidad que nos hace dichosos, parece que la naturaleza humana siempre tiene algo que mostrar, para dignificarse. Tal como el pavo real despliega su colorida cola para exhibirse y agrandar su tamaño, existe un mecanismo instintivo en el hombre carnal que  lo induce a mostrar sus cualidades y logros.

Cuan poderoso es este instinto de afirmación del yo, como un motor fuertemente movilizador empuja al hombre a la realización personal, y el mundo aplaude y celebra a sus héroes que logran destacarse y establecerse como iconos digno de ser imitados.

No resulta inteligente invitar a la pobreza de espíritu a quien pretende emprender una conquista, Hitler el gestor del "tercer Reich", vistió a sus oficiales con un atuendo soberbio, elegante y regio, una vestimenta que reafirmaba su superioridad, proyectando el desarrollo del ego de estos hombres encargados de la conquista, insaciables en su hambre de dominación.

Pero Jesús, quien fue comisionado por el Padre para establecer entre los hombres el Reino de Dios, fue enviado en un espíritu de humilde mansedumbre, y ese mismo espíritu debe dominar el corazón de los hombres que dan continuación a su obra.

Mateo 21:43
Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él.

Esta fue la dura sentencia de Jesús a los administradores de la viña, que tomando el control de lo que no era suyo, fueron desechados por abandonar aquella posición de simples trabajadores, arrendatarios que debían dar cuenta de su labor.

Ahora los nuevos administradores deben estar revestidos de pobreza, esa es la condición para estar entre aquellos que heredan el Reino.

Prov. 18;23 El pobre habla con ruegos, Mas el rico responde durezas.

Vivir en esta posición lejos de representar un problema, significa experimentar un estado de dicha, el descanso prometido al humilde que trae restauración al alma, tiene que ver con esta bienaventuranza.

De los pobres en espíritu es El reino, ellos lo experimentan, lo entienden, lo administran, lo proclaman,  porque con ellos que Dios tiene afinidad, en ellos soplan los vientos del Espíritu.

Lucas 12:32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.

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